sábado, 10 de enero de 2015

El accidente de coches de Wittgenstein


Algún día cercano al 29 de septiembre de 1914, el joven filósofo Ludwig Wittgenstein estaba en una trinchera del frente Oriental, sirviendo como soldado en las tropas austríacas, cuando cayó en sus manos una revista que contaba la siguiente historia:

En un tribunal de París se intentaba esclarecer las causas de un accidente de automóvil. Para explicar mejor al juez cómo había tenido lugar ese accidente, se usó un modelo a escala que reproducía todos los detalles del siniestro: las casas, los coches, los peatones, las calles...

Wittgenstein estaba en pleno proceso de reflexión sobre una idea que sirviera para explicar hasta qué punto el lenguaje podía reproducir la realidad y se repente encontró con que esta noticia disipaba sus dudas.

Vio que cada una de las partes de ese modelo a escala del accidente tenía su correspondencia en la realidad formada por coches, personas y casas. "Se le ocurrió también que, según esta analogía uno podía decir que una proposición servía como modelo o imagen de un estado de cosas, e virtud de la correspondencia similar entre sus partes y el mundo. La mandare en que se combinan las partes de a proposición -la estructura de la proposición- representa una combinación posible de elementos de la realidad, un estado de cosas posible", cuenta su biógrafo Ray Monk (Ludwig Wittgenstein: el deber del genio", Anagrama).



¿Para qué sirvió esta analogía? Nada menos que para explicar el fundamento de la "teoría figurativa del lenguaje". Es decir: las proposiciones son una 'imagen' de la realidad que describen. En sus diarios, Wittgenstein escribió ese día.

"En la proposición, es como si ensambláramos un mundo de manera experimental. (Como cuando en el tribunal de París un accidente de automóvil se representa por medio de muñecos)" [Los paréntesis en el original, Monk, pág 123].

Lo que quería decir el pensador austriaco es que, de la misma forma en que una pintura retrata pictóricamente algo, el lenguaje retrata los hechos del mundo pero de forma lógica. La proposición ?la botella verde está sobre la mesa' y el hecho de que haya una botella verde sobre la mesa, tienen en común una estructura -la estructura lógica, gracias a lo cual podemos decir que el lenguaje representa la realidad.

¿Por qué esta conclusión, que resulta una obviedad para cualquier persona, era un salto revolucionario para la teoría del lenguaje?

Porque los filósofos se preguntaban cómo era posible que con el lenguaje y el pensamiento pudiéramos referirnos al mundo.

Wittgenstein estaba buscando una solución que permitiera resolver para siempre la duda sobre si el lenguaje filosófico podía representar los conceptos. Lo importante era destacar que sin un análisis del lenguaje, no se podía trabajar conceptualmente.

A esta 'teoría figurativas del lenguaje' se la denominó 'giro lingüístico' porque era un cambio sustancial en la forma de pensar sobre la creación de conceptos filosóficos, y su relación con la realidad.

Y todo, gracias a las maquetas fabricadas para representar un accidente de coches en París.